La agencia Neogama de Brasil, presenta para su cliente
Renault estos dos poderosísimos afiches. En las imágenes jóvenes relajados y
sonrientes posan para hacerse una selfie, se retratan mientras conducen su
auto. Hasta acá sabemos que la combinación de estas actividades resulta
peligrosa, sin embargo se sigue (o seguimos) haciendolo. Lo que añade un mucho de
conciencia a esta ejecución es que al observar con detenimiento la imagen, en
los lentes oscuros de los protagonistas del afiche podemos observar con más
detenimiento lo que sucede del otro lado de la calle: una mamá que empuja un
cochecito de niño o carriola, y en el otro poster (el del joven), un ciclista
que está por cruzar la calle mientras él se hace la fotografía.
Sí, en ese instante, donde parece que no pasa nada, dos
vidas están por colisionar.
Don’t selfie and drive.
Macu.
Kitschmacu.
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