El día de ayer se presentó en nuestra localidad una
estrategia marketera encabezada por un nuevo personajito: “Morrín” (acá la liga
para un poquito más de referencia: http://www.kitschmacu.com/2015/06/morrin-el-incomodo.html)...
la punta nueva de un iceberg viejo: “Al 100 x Culiacán”, campaña emprendida por
el ayuntamiento local hace unos meses, pero suspendida por cuestiones
electorales, pues bien esta misma campaña vuelva a ver la luz el día de hoy
ante la susceptibilidad de la comunidad.
¿Qué está sucediendo? Morrín lejos de ser acogido con
agrado, ha desatado una verdadera polémica en cuanto al correcto uso de
recursos, recursos que como mencionaba ayer provienen de nuestros bolsillos y
trabajo. 162 mil pesos en 9 figuras colocadas en diferentes puntos de la
ciudad, más otro tanto de miles pesos en los diferentes espectaculares o
billboards que fueron rentados para exhibir este mismo mensaje (hoy vi al menos
5, considerando que la renta de un espacio de este tipo en medida de 5 metros
es de aproximadamente $10,000 y con un contrato minimo de 3 meses, la inversión
en espacios incrementa… pueden sacar la cuenta, tomando como referencia minima
esta cantidad que he dado y considerando también que las medidas de estos
espectaculares exceden los 5 metros).
“Al 100 por Culiacán” es desde muchos ángulos, una
iniciativa que carece de estrategia más allá de la autopromoción, autorizada
tal vez en un momento de gran presupuesto, poca creativa y escasa sensibilidad
social, alcanzo a vislumbrar un uróboros… una serpiente que muerde su propia
cola, en un esfuerzo inútil.
1.
Morrín.
Como soldado solitario fue lanzado a la guerra, escasamente preparado. En un “bravazo”
de creatividad lo dejaron inmóvil y postrado en unas bancas. ¿Qué tal haber
generado rapport y cercanía con la ciudadanía y la nueva mascota?, ¿Qué tal si
Morrín hubiera sido la mascota invitada y visitara escuelas para entregar aires
acondicionados, sueros, fomentar una campaña de lectura, valores o reciclaje,
etc.?, ¿Por qué confinar a la pasividad un elemento activo que pudo haber sido
un puente entre ciudadanía y acciones emprendidas por los gobernantes?, ¿Alcanzaron
a vislumbrar esto en su quimera creativa?, ¿o es que Morrín es un personaje sin
historia, sin propuesta, sin comunicación sin un sentido de pertenencia y
orgullo por la ciudad?... un personaje estático, frio y solo a la espera de una
fotografía.
2.
Textos.
La comunicación y su encanto, su encanto y la comunicación. Podemos apreciar en
los espectaculares frases como:
-
“porque
juntos cuidemos nuestras áreas deportivas”.
-
“porque
juntos conservemos nuestros centros educativos”.
-
“porque
juntos sigamos construyendo una bella ciudad”.
El “estupor” o al parecer vapor
creativo con el que se generó y autorizó esta campaña, pasaron por alto un
punto importante de la comunicación en español: Los modos gramaticales. Esta
campaña utiliza el modo modo irrealis en su estructura: el modo subjuntivo, en
el cual se expresa la forma hipotética de “x” situación, algo que es posible
pero es hipotético… algo improbable mas bien y siendo sinceros. “porque juntos
cuidemos nuestras áreas verdes”, bueno así como puede que sí las cuidemos,
puede que no las cuidemos.
Las personas que ejercen un cargo público, están
pues para buscar el beneficio de la comunidad… ¿puede que sí o puede que no?,
¿Es lo que están tratando de comunicar?, ¿Es lavatorio de manos y excusa de
responsabilidades? La forma adecuada, para un mensaje que habla de logros,
compromisos y realidades: Modo realis, en este caso, el uso del modo indicativo:
“para que juntos cuidemos nuestras áreas verdes”, bien… me hablas de que tanto
gobierno como ciudadanos comparten un compromiso, me hablas de una realidad de
algo que ya está sucediendo. Pregunto pues, ¿utilizaron el modo correcto para
describir las realidades de trabajo de la presente administración?
3.
“Al 100 por Culiacán”. ¿Rapport, cercanía, lenguaje
coloquial?, no lo creo. ¿Qué tal elevar el léxico y generar frases memorables,
dignificadoras o aspiracionales con algunas de las más de 88,000 palabras que
componen el idioma español? Hablar igual
que el otro, no significa calidad de comunicación, ni empatía. Aquí entra la típica
pregunta que hacen las mamás: “¿y si el otro se tira a un pozo, tú también te
vas a tirar?
Macu. Kitschmacu.
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