Leía
hoy algo interesantísimo sobre el Sentido de Urgencia, de como esta “sensación”
es “creada” por las marcas y retailers para la comercialización de productos edición
limitada, días especiales… de esos de una vez al año, promociones en horarios
especiales, por volúmenes determinados o para aquellos primeros compradores.
La
capitalización de la urgencia es una realidad mercantil, experimentada tanto en
ventas online como en piso, cuya función es la de incrementar el promedio del valor de las
transacciones; funciona también como palanca para aquellas áreas, categorías,
inventario, sucursales o cualquier otro activo que esté dejando de rotar al
ritmo que el flujo de efectivo que la corporación necesita.
La
urgencia y la limitación, son detonadores poderos para la acción, motivadores
de trasfondo negativo que generan la sensación de perder una oportunidad, de
quedar desabastecido, de no estar preparado para el futuro.
En
cita del biólogo Humberto Maturana: “No es cierto que los seres humanos somos
seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que
usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan
nuestras acciones”.
En
“ventas especiales”, en “solo por unos días”, “preventa exclusiva para” existe
una mezcla fuerte de emociones y un miedo ancestral de la especie, por
anticiparse al desabasto y asegurar la supervivencia.
Que
se traduce y cuantifica en utilidades (Net income obviously)
Macu.
Kitschmacu.