Uno de los factores que considero importante tener siempre
en cuenta al momento de realizar el análisis y comprender del para qué
trabajamos en determinado proyecto de comunicación, es el de clarificar la
relación que existe entre el producto / servicio / idea y mercado.
A esta pequeña ecuación se le conoce como Utilidad, y está
compuesta por: la relación entre las necesidades de un cliente y el satisfactor
potencial que brinda el artículo / servicio / idea a estas necesidades.
La Utilidad puede ser percibida desde dos vertientes, la primera de ellas: el deseo simbólico (otorgado
por el usuario y su vasto universo personal: experiencias, historia, percepciones)
y desde un segundo aspecto, la parte física o suficiencia, aquella que otorga el producto / servicio / idea
al hacerlo funcionar o probarlo, deviene o llega a ser con la interacción.
Las cinco preguntas básicas para conocer la Utilidad de nuestra oferta (échenle ganitas al menos por preguntar y
entender, no inventen, no divaguen, no infieran, no invoquen a las hadas de la
inspiración, ni a Juan Dieguito por favor):
¿Qué ofrecemos?
¿Qué necesitan los clientes?
¿Qué desean?
¿Nos conocen?
¿Cómo nos ven?
La respuesta a estas preguntas (obviamente realizadas a una
muestra significativa y relevante) nos
darán un bosquejo amplio y general de la conciencia, actitudes, intereses,
creencias (positivas y negativas), así como expectativas del mercado.
No es el hilo negro… sin embargo y de repente como que las
preguntas básicas fundamentales las pasamos por alto. Stop and back to basics (al menos para
enfocar).
Mil gracias por pasar al blog.
Espero encuentren aquí utilidad y valor.
Macu. Kitschmacu.
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